Descripción
La rosa mosqueta es un clásico ineludible para la piel. Favorece la regeneración cutánea y es una flor con virtudes sorprendentes que crece en estado silvestre, pero no debe confundirse con las rosas de las que se obtiene el aceite esencial. La semilla de este rosal, similar al espino blanco, proporciona un valioso aceite vegetal con propiedades cicatrizantes y muy activo para combatir las marcas del tiempo. Nota: Se trata de un aceite especialmente activo, que puede mezclarse con otros aceites vegetales en pieles demasiado reactivas.